¿Existen repercusiones por vivir hiperconectados? Si las hay, ¿cuáles son?
La adicción obsesiva a la tecnología puede generar una serie de problemas y desgastes no sólo mentales pero también físicos, ya que puede llegar a afectar drásticamente a nuestro cuerpo y generar trastornos que serán más difíciles de afrontar mediante transcurso del tiempo, pues la dependencia se vuelve mayor. Dentro de los principales frutos de la tecnoadicción se encuentran:
1- Cibermareo: consecuencia de algunas aplicaciones 3D para iPhones y iPads al realizar una desincronización entre movimientos de los ojos y señales apreciadas por el sistema de equilibrio que el cerebro interpreta como un movimiento real. Esto puede producir fatiga visual, náuseas y mareos.
2- Nomophobia: se trata de la fobia de no poder utilizar el celular, esto causa ansiedad en los usuarios cuando se quedan sin batería, sin cobertura o no encuentran el móvil.
3- Síndrome de la vibración fantasma: síndrome neurológico a causa de la dependencia del smartphone. Provoca una sensación de vibración del móvil incluso cuando el usuario no cuenta con su celular o éste se encuentra apagado.
4- Dolor dactilar: dolores e incluso calambres en los dedos, muñeca y antebrazo pueden ser causa del uso frecuente de la pantalla táctil. Esto puede ocasionar incluso, a largo plazo, la inflamación de los tendones.
5- Síndrome del ojo seco: La continua concentración en la pantalla de un smartphone o de una tablet reduce en un tercio el número de parpadeos, causando cambios en la producción de lágrimas y, consecuentemente, provocando daños permanentes en los ojos.
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